PROBLEMAS QUE OCASIONAN
LAS DROGAS
Los factores
relacionados con la génesis del consumo de drogas se
han agrupado en tres categorías: factores personales, influencias micro
sociales o interpersonales, e influencias ambientales globales.
1.Factores
personales
Se ha
considerado la existencia de una serie de rasgos de personalidad que
hacen más vulnerable a los sujetos para iniciarse y llegar al consumo abusivo
de las sustancias psicoactivas. Características tales como: inconformismo social,
baja motivación para
el rendimiento académico, independencia,
rebeldía, tendencia a la búsqueda de sensaciones nuevas e intensas, tolerancia a
la desviación, tendencias antisociales tempranas (agresividad , delincuencia,...).
No existiendo una "personalidad" propia del drogodependiente, en
general sí se afirma que individuos con problemas de socialización,
con un bajo umbral para la frustración, el fracaso y el dolor, que buscan la
satisfacción inmediata, que carecen de habilidades comportamentales para
enfrentarse a los problemas de la vida y a las demandas de la sociedad,
es decir, con un retraso en su desarrollo personal (sujetos
con bajo nivel de auto control, baja autoestima,
baja auto confianza), son personas claramente identificables como de "alto riesgo".
Jóvenes con retraimiento social, con déficit en habilidades sociales - personas
denominadas tímidas, con dificultad para el contacto social - pueden recurrir
por ejemplo al alcohol u
otras drogas para desinhibir su conducta en
una reunión social, siendo el primer paso a una dependencia. Del mismo modo,
jóvenes muy influenciables son más vulnerables cuando las personas
significativas que les rodean consumen alcohol u otras drogas, al actuar la
imitación o elementos de integración en
el grupo.
El distrés emocional causado por una auto imagen negativa
o una baja autoestima, la depresión,
el aislamiento social han sido propuestos como variables potencialmente
asociadas con el consumo de drogas.
2.Factores
del entorno próximo.
Cada joven
tiene un entorno interpersonal y social que es único y comprende a sus padres,
hermanos, compañeros y otros adultos importantes para su vida y desarrollo. En
el contexto familiar se pueden dar circunstancias y ciertos factores que
favorezcan el acercamiento de los jóvenes al consumo de drogas. El joven está
continuamente expuesto a modelos que
presentan una conducta adictiva. El consumo por los padres y profesores de
drogas legales: tabaco,
alcohol y fármacos es motivo de observación por
los hijos o alumnos; por imitación se adopta la tendencia a consumir drogas,
aprendiéndose a que éstas son consideradas una solución siempre que surge algún
tipo de problema. Los intereses y las expectativas de los compañeros
contribuyen en gran medida a determinar que una persona ensaye
o no una droga causante
de dependencia. La mayoría de jóvenes consumidores de drogas, las obtienen de
personas de su edad y no de adultos. El deseo de integrarse en el grupo y de
tener intercambio social dentro de él puede dar por resultado que se inicie y
se mantenga el uso de drogas si algunos miembros influyentes de ese grupo son
consumidores intermitentes o habituales.
La falta de comunicación real
entre padres e hijos hace que éstos se distancien poco a poco del entorno
familiar, al no encontrar allí respuesta a sus problemas. La falta de
dedicación de los padres a la educación de
los hijos o el deficiente control por
un excesivo liberalismo en
la educación,
son, sin duda, factores generales relacionados con la educación que devienen en
una inadecuada formación de los jóvenes. Otras pautas incorrectas de educación
son: actitudes de
sobreprotección o actitudes rígidas. Estos factores desencadenantes suponen que
se produzca falta de diálogo en la
familia, manteniéndose en muchos casos actitudes ambiguas frente a las
drogas, que se produzcan diversos tipos de carencias afectivas y un clima que
no favorece el crecimiento personal, con falta de independencia y de capacidad
para afrontar situaciones problemáticas.
Son muchas
las investigaciones que
han llegado a establecer una relación clara entre consumo de droga en adolescentes y
bajo rendimiento académico, alto grado de absentismo, abandono escolar, bajos
índices de actividades extraescolares y escasas aspiraciones educativas. Una escuela que
no responda a las necesidades educativas de sus alumnos está contribuyendo en
cierta forma al consumo de drogas, al no ofrecer a éstos recursos para
afrontar los problemas de la sociedad actual, entre los que las drogas ocupan
uno de los principales lugares. La escuela genera muchas veces trabas al desarrollo
personal y social del joven, sin poner a disposición de la misma
oportunidad para la resolución de sus problemas. La rigidez de las estructuras
escolares
y su no adecuación a las necesidades individuales causan en los adolescentes
con problemas el rechazo de la escuela y de sus contenidos. Dado el contexto de competitividad en
que se enmarca la escuela, el joven vive el fracaso en ella como la primera
experiencia de fracaso social; ésta genera en él un proceso de
ruptura y distanciamiento con el mundo de los adultos. La falta de alternativas
en el tiempo de
ocio de los jóvenes se traduce en grandes dificultades para éstos de no verse abocados
en el tiempo libre a bares, pubs o discotecas. El agravamiento de una situación
personal es bastante común en los antecedentes históricos del comienzo al
consumo en los jóvenes. Las situaciones personales de alto riesgo: embarazos en
adolescentes, pérdida del trabajo,
etc., se consideran como causa de inicio del consumo de drogas.
3.Factores
ambientales globales
Asistimos a
una creciente medicalización de los problemas humanos. La medicación, "la
pastilla", constituye la solución mágica de todo tipo de problemas. Se
genera así un hábito farmacológico con uso abusivo del medicamento. Los niños están
acostumbrados a observar cómo sus padres acuden al fármaco como solución a
cualquier desajuste personal; siendo sencillo generalizar el culto del fármaco
al uso de las drogas. El drogodependiente es siempre víctima de una situación
social determinada. Los seres humanos a través de su comportamiento buscan
la adaptación a su medio. En la adolescencia se
facilita la conducta de probar. Es en la adolescencia, durante el proceso de
socialización y cuando el control de la conducta de los sujetos deja
gradualmente de estar en manos de los padres para ir adquiriendo un cierto
grado de autocontrol, el momento genérico de máximo riesgo. Así pues, prevenir
la drogodependencia supone incidir de forma directa sobre los fenómenos de toda
índole (personales, influencias micro sociales o interpersonales e influencias
ambientales globales) que facilitan, en ciertos sujetos, el desarrollo de
pautas disfuncionales de consumo de sustancias psicoactivas.
Francisco Javier Vizuete Torralbo(4º C)
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